MFC

HISTORIA DEL MFC

MFC nace en 1948 a las orillas del Río de la Plata.  Por primera vez un Movimiento de Laicos promueve el apostolado familiar y la espiritualidad conyugal,  se anticipa al Vaticano II con al

Algunas de las ideas que se vivían en la Iglesia, como fue el anhelo de buscar una más activa participación del laico. Así el 25 de noviembre de aquel año se realizó la primera reunión, precursora de este movimiento.

 Concurrieron a ella cuarenta y cuatro matrimonios gestándose el nacimiento de un instrumento más de la Iglesia que encauzaría el cumplimiento del mandato de Jesús por el ancho canal del matrimonio y la familia.

 De aquella reunión quedó constituido el primer grupo MFC asesorado por el mismo P. Pedro Richards Kelhoe e integrado por los siguientes matrimonios: Juan Martín y Susana Biedma, Roberto y Chichita Cardini, Francisco y Martha Fornieles, Pedro y Estela Lacau, Saturnino y Elena Llorente y Ricardo y María Luisa Murtagh.

 Esta riqueza y esta alegría fueron impulsadas ellos y a comienzos de 1949, estaban en marcha ocho Grupos de matrimonios bajo el nombre de “Reuniones de Nazareth”. Estos grupos eran asesorados por el Padre Richards. Los temas tratados consistían en el estudio de la Encíclica “Casti Connubii”, la meditación del Evangelio y la llamada “encuesta social” con el método de ver la realidad ambiente, juzgar con la Iglesia para obrar comunitariamente.

 Así nace un carisma que revalúa la fuerza de la pareja en su vocación a la santidad y en su acción evangelizador, sirve de promoción de los valores de la mujer.

 

 Un nuevo concepto de comunidad eclesial

 El MFC  integra en Equipos a Sacerdotes y Matrimonios formando conciencia de comunidad eclesial, y extiende su acción hacia la conciencia de la necesidad de preparación al matrimonio.  Inquietando a grupos de matrimonios en actitud de búsqueda, de fraternidad, de hospitalidad, en forma verdaderamente inspirada en el carisma olvidado de la familia. Aunque es un Movimiento dirigido y orientado por seglares, se entrevé en él la pensamiento clerical que se vive en el momento y la concepción de Iglesia preconciliar, separada del mundo, repercute en un principio de la idea de un Movimiento para defender a la familia de los diferentes ataques que sufre desde fuera.

 

  Espíritu Misionero

 La antorcha del MFC se extiende en Latinoamérica gracias al carisma apostólico y al esfuerzo misionero de tres matrimonios uruguayos: los Sonería, los Gelsi y los Gallinal y del Padre Pedro Richards sacerdote Pasionista, quienes lo impulsaron y desarrollaron por todo el continente.

  Los fundadores del MFC iniciaron este trabajo, el cual fue continuado por sus sucesores y ello se tradujo en la necesidad de unidad eclesial la cual se explicitaría en los Encuentros Latinoamericanos y en Asambleas de Presidentes, las cuales han servido de motor y de jalón a todo el MFC de Latinoamérica marcando pasos, líneas y criterios y acrecentado su mística y su sentido de pertenencia a la Iglesia.

 

Una de sus principales fuerzas está en la creación fue la de un Movimiento de Laicos con unidad latinoamericana, que nace y crece con fuerza propia en cada país, pero con una necesidad sentida de unirse con familias de otros países, sobrepasando distancias y fronteras.



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